El SIDA en Ecuador. Reflexiones sobre la lucha y la esperanza

César Paz-y-Miño. Médico Genetista e Investigador

Desde los años 80 que se identificó el agente causante del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), un retrovirus de ARN, hemos recorrido largo camino en educación y concienciación sobre el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana). Se dedica mucho tiempo y recursos en la lucha contra el VIH/SIDA, visibilizando a los enfermos y sus derechos de salud.

En Ecuador, diversas organizaciones y el Ministerio de Salud Pública han trabajado para aumentar la conciencia sobre el VIH. Campañas educativas han ayudado a desmitificar el virus y promover la importancia de la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento. Gracias a estos esfuerzos, más personas conocen cómo se transmite el VIH y cómo pueden protegerse. Aún persiste el estigma y la discriminación. Muchas personas que viven con el virus enfrentan miedo al rechazo y a la marginación, lo que lleva a ocultar su estado y a la falta de búsqueda de tratamiento.

Uno de los logros más destacados en la lucha contra el SIDA ha sido el acceso a tratamientos antirretrovirales. En Ecuador, el sistema de salud garantiza el suministro de estos medicamentos a todas las personas que viven con VIH. Estos tratamientos han transformado el VIH en una condición crónica manejable, permitiendo a los pacientes llevar vidas largas. La reducción de la carga viral a niveles indetectables disminuye el riesgo de transmisión, lo que es fundamental en la lucha contra la epidemia.

Sin embargo, aún hay muchas personas que no tienen acceso a estos tratamientos. Según datos de la ONUSIDA, alrededor de 30.000 personas vivían con VIH en Ecuador en 2021, y no todas tienen acceso a la atención que necesitan. La inequidad en el acceso a la atención médica sigue siendo un desafío crítico. Con acciones oportunas se puede reducir el contagio materno fetal hasta 40%

En cuanto a la prevención, la disponibilidad de pruebas de VIH y el uso de preservativos son fundamentales para reducir nuevas infecciones. La profilaxis previa a la exposición (PrEP) con los medicamentos Truvada y Descovy, se ha incorporado como una opción efectiva para quienes están en alto riesgo. La investigación en tratamientos y vacunas también son áreas prometedoras. Actualmente, varios ensayos clínicos están en curso para desarrollar una vacuna efectiva contra el VIH, lo que cambiaría drásticamente el panorama de la prevención y el control del virus.

La lucha contra el VIH/SIDA está lejos de terminar. La investigación sigue siendo fundamental, y debemos invertir en nuevas terapias, vacunas y métodos de prevención. A medida que avanzamos, no debemos perder de vista a las poblaciones más vulnerables, como las mujeres, los jóvenes y las comunidades GLBTIQ+.

Este día recordamos la resiliencia, la esperanza y la capacidad de cambio, así como a los enfermos y fallecidos. Es un momento para honrar a quienes luchan y continúan luchando para entender esta enfermedad, tratarla y curarla, y así seguir avanzando hacia un futuro donde el VIH/SIDA no sea un obstáculo para la vida o desaparezca. La educación, la tolerancia y la acción colectiva preventiva son nuestras mejores herramientas en esta importante gestión.